Peirones

 

Con el nombre de peirón se entiende por tierras aragonesas a unas columnas-torres de planta cuadrada que normalmente no superan los cuatro metros y es fácil encontrarlas en los cruces de los caminos. Su construcción corresponde según la época en que fueron levantadas pudiendo ser de piedra y argamasa o bien de ladrillo.

Todos los estudios formales que se presentan en estas obras se basan en la estructura arquitectónica del peirón. Son columnas que se sustentan por una base de pequeños módulos de piedra que los conecta con el terreno. Los elementos introducidos en ellas son formas geométricas extraídas de figuras lineales a base de arcos apuntados forjados en hierro o tallados en piedra. Estos arcos en ocasiones no llegan a unirse dejando un diálogo abierto donde se insinúa su continuidad. En estas obras, las esculturas sirven para proponer situaciones significativas permitiendo una reflexión sobre el comportamiento estático y el marcado carácter simbólico.