Cierto que el arco, no solo el que dispara flechas, sino también aquel con el que se construye, en un símbolo de energía, a través de su propia tensión; sin embargo, además de su influjo en posteriores iconologías del signo, los vectores tienen reflejo directo en la forma a cuyo estudio y variaciones, sin merma de intencionalidad, dedica su trabajo José Miguel Fuertes… el volumen, la relativa multiplicidad de puntos de vista, los equilibrios de fuerzas, el juego de positivo y negativo o las contraposiciones táctiles de liso y rugoso. Todo con mucha coherencia y rigurosa destreza en sus variantes. Lo que hace J.M. Fuertes un escultor de identidad. Uno de los más considerables con los que contamos en el arte nuestro de cada día.

Ángel Azpeitia